Un ramito de violetas

Rememorando aquella canción de Cecilia, me encuentro esto por internette:

http://www.lasprovincias.es/valencia/20071016/ocio/divorcian-descubrir-eran-misma_200710161245.html

Una pareja que se lleva a matar en la vida real busca, por separado, pañuelos de lágrimas y fuente de ilusiones en internet, y ambos lo encuentran, chateando encuentran respectivas parejas. Y deciden dar el salto, conocerlas. Su gozo en un pozo, eran ellos mismos sus respectivas parejas, dentro y fuera de la pantalla. También es casualidad, o no, porque la respuesta a porqué les iba tan bien chateando es obvia, chateando hablaban.

Pereza, desidia, orgullo, ORGULLO, egoísmo,..., son cosas que nos condicionan a la hora de hablar entre nosotros, y más con nuestra pareja. Frente a una pantalla o a un desconocido (algunas conversaciones y vidas interesantes recuerdo de trenes, aviones o autobuses) uno se siente liberado, no tiene que defender ningún fuerte, su fuerte, no tiene que justificarse.

Lo triste de la historia es que la pareja se divorció. Si la cosa va mal lo mejor es cortar (antes que buscar en la pantalla una soga), pero si no va tan mal para cortar, y resulta que la soga vivía en tu casa, por qué no ver lo evidente? que la necesidad era hablar, con libertad, sin obligaciones ni sentimientos de ataque y defensa. Pues no, la pareja addujo para divorciarse "engaño".

Y dime niña quien era
quien le mandaba flores por primavera