jueves, agosto 27, 2009

COMER COMO UN CERDO

Hace dos dias (me disculpan los acentos, ando en ordenador USA prestado) tuve ocasion de comprobar de visu el origen de la expresion "comer como un cerdo" al acompanyar (idem con las enyes) a un amigo a dar de comer a sus cerdos en la isla Saona. Que fieras! como se tiraban a por la comida, a empujones, poniendo los pies sobre la misma, grunyendo, haciendo ruido al masticar y tragar. No es la imagen impactante, que lejos de parecerme desagradable me parecio interesante, ni el sonido, ni el olor (este si era desagradable) lo que inspira esta entrada, sino la comida en si, a saber: restos de spagetti, restos de arroz con habichuelas, restos de pescado con coco, restos de chicharron (canibalismo?), restos de... comida de restaurante de turistas.
Y es que lo de Saona es increible; cuando uno viaja en la barca del pescador, y se acomoda en el catre del pescador, y come el mismo moro y el mismo pescado frito que el pescador y su familia, y es picado por los mismos mosquitos que al pescador pican (aunque a uno le hagan ronchas mas llamativas y duraderas), uno viaja, y agradece la hospitalidad y el "lujo" que recibe con mucho mas agrado.

Pero claro, hay otras formas de viajar, hay quien prefiere la comodidad del Ressort, y ser conducido, cual rebanyo o piara, del hotel al autobus, del autobus a la lancha o catamaran donde, hacinado, es conducido a la playa donde se podra banyar, con tiempo limitado, y al restaurante donde podra comer mucha mas comida de la que pueda y deba comer. Todo esto sin interactuar con la gente, porque hasta le diran a quien tiene que comprar el souvenir y por cuanto.

Pero volvamos a la comida, a esas ingentes cantidades de comida bien y abundantemente servidas que pasaran de los platos de los turistas a las fauces de los cerdos; no cajas, carretillas de comida, de pasta, de arroz, de pescado, de fruta,..., y pensemos tambien en las necesidades de los pescadores, y de sus familias, y en la frugalidad de sus platos, que a mi me saben a gloria.

Nota curiosa: Los duenyos del restaurante no compran langostas grandes a los pescadores porque dicen que una langosta asi es mucho para un servicio, asi que las quieren pequenyas... Viva la conservacion y el uso sostenible de los recursos naturales.


Una vez saciados, los cerdos vuelven a sus quehaceres: revolcarse en el barro de la cienaga, tumbarse a dormitar, tras dejarlo todo perdido.
Una vez saciados, los turistas vuelven a sus quehaceres: tumbarse en la playa (vuelta y vuelta hasta coger el tono camaron), retozar en el agua o en la orilla y dejar la playa perdida de vasos plasticos, botellas, panyuelos, servilletas, helados, cocos batidos,...

(Ahora es cuando miro a la camara y permanezco en silencio por unos segundos)...

POR UN TURISMO RESPETUOSO, RESPONSABLE Y SOSTENIBLE

miércoles, agosto 19, 2009

WATCHMAN

Un hombre va al médico. Le cuenta que está deprimido. Le dice que la vida le parece dura y cruel. Dice que se siente muy solo en este mundo lleno de amenazas donde lo que nos espera es vago e incierto. El doctor le responde "El tratamiento es sencillo: El gran payaso Pagliacci se encuentra esta noche en la ciudad. Vaya a verlo. Eso lo animará". El hombre se echa a llorar. Y dice "Pero, doctor... yo soy Pagliacci".
Rosharch, Citas de Watchmen

Es difícil saber con quién identificarse de todos los controvertidos personajes de esta buena novela gráfica/película: Watchmen. Si con la dureza y brutalidad del Comediante, que se derrumba ante la cruda realidad. Con la ingenuidad, los valores filiales y los valores morales del Búho Nocturno II. Con la inseguridad, abstracción y aislamiento del Dr. Manhattan, incapaz de abandonar su trabajo ni para hacer el amor... Pero la cita de arriba nos lleva a con quien más me identifico, un ser alienado pero fiel a sus principios, hasta las últimas consecuencias: Rosharch. Aunque no sé si quiero acabar reventado en mil pedazos. Mas creo que Roscharch y yo mismo, tratando de ser watchmen, no somos más que un par de Pagliacci.

Si el mundo no te gusta, cámbialo, en la medida de tus posibilidades. El problema es cuando hay fuerzas en juego que superan tus posibilidades. Entonces sólo queda (1) resignarse, (2) reventar en mil pedazos, (3) tener paciencia y esperar el momento, que diría la vieja de la pipa. Seguiremos pues los consejos de la vieja, aunque el tiempo vuele y a uno se le acabe la paciencia.

miércoles, agosto 12, 2009

SECRETO II

Segunda visita al Secreto Musical, segunda noche de goce, aunque el personal femenino estuviera menguado esta vez.
Culo él, culo ella, ambos como plazas de toros, pero moviéndose al mismo SON, con gracia inusitada. Elegantes ellos, poderosas ellas, algunas por sus carnes. Entonces apareció aquella muchacha tras el cristal, apenas vestida con camiseta blanca de tirantes, que poco tapaba y mucho decía, y unos vaqueros cortísimos. No señores, no se relaman, que la muchcha no iba elegante, que la muchacha no venía a bailar, ni creo que tuviera permitida la entrada, la muchacha trataba de vender un par de zapatos haciendo señas a los clientes que, bien elegantes, poblaban el local. La muchacha era una necesitada habitante del barrio de Villa Consuelo. Normalmente, por las ventanas se suele mirar desde dentro hacia afuera. Y así, sin saber muy bien cómo, vino este cuento a mi cabeza.

A TRAVÉS DEL CRISTAL:
Ambos estaban de pie frente al ventanal, mirando hacia afuera. Mira cómo van todos, tan deprisa, tan corriendo, como si les fuera la vida en ello. Mira ese de ahí, seguro que no tardará en sufrir un paro cardíaco, preocupado él por asuntos de trabajo. ¿Y aquella señora de allá?, dijo ella, ni que la corriera el diablo, ¿a dónde irá?. Él se encogió de hombros y dijo, míralos, apenas se dan cuenta de que unos están junto a otros, como los de aquella parada de autobús, tan juntos y cada uno a lo suyo, sin mirar a los otros, salvo para ver si guardan la fila y no les quitan el turno, ni siquiera se dan cuenta de nuestra presencia. Espera, dijo ella, ahí viene alguien, esa señora entrada en carnes. ¿La gorda?, preguntó él. Qué bruto eres, replicó ella, sí, esa. Parece que mira tu vestido con interés, dijo él. Sí, pero se va, no creo que sea de su talla. ¿Estás de broma?, ni en sueños cabría ella ahí, ese vestido sólo es para chicas de tu tipo, de tu talle, de tu hermosura. Eres un romántico, dijo ella. Contigo siempre, replicó él sin mirarla. Viste que también te echó un vistazo, ¿no?. Me repasó más bien diría yo. Igual estaba imaginando a su marido con un traje tan elegante como el que llevas hoy, dijo ella. O a su amante, o a ambos, replicó él. ¿Quieres decir que su marido es su amante, que son la misma persona?. Siempre serás una romántica, espera, esa niña parece que nos quiere decir algo, la que va con su madre, nos saluda, una pena que no la oigamos a través del cristal, los niños, siempre geniales, porqué crecerán, si pudiera devolverle el saludo...
...Esther, ¿con quién hablas?, ¡Uy, qué vestido tan bonito!, un poco caro, anda, no hagas tonterías y vámonos a casa.

JT 2009

CARRERA DE FONDO

Impulsivo, por naturaleza, esa era la palabra que mejor le definía, y la definición que en más problemas le metía. Pero esta vez había decidido hacer caso absoluto a su entrenadora, así que no se colocó entre los primeros tras la salida, trato de mantener un ritmo constante que le permitiera avanzar pero sin agotarse ni asfixiarse. Sin embargo, a veces era un poco descorazonador ver cómo muchos le adelantaban, entonces apretaba el paso hasta casi la extanuación. pero antes de llegar a ella recordaba los consejos de su entrenadora, y cuando apenas la ansiedad empezaba a dominar sus músculos, entre ellos el que hace las veces de motor, y las lágrimas afloraban de puro dolor, volvía a ese paso constante. La carrera era larga, nunca se puede acortar la distancia de la misma por más deprisa que se corra, y cuando el objetivo es llegar , el objetivo es llegar, no morir en el camino.
Poco a poco era él el que empezaba a hacer adelantamientos, a los que apenas prestaba atención, pues la satisfacción de la proximidad de la meta ocupaba todo su sentir.
Ya llegaba, ahí estaba, a la vista, no iba el primero, pero aun podía llegar y llevarse el premio. Ahí estaba la meta, con su tez pálida y sus hermosos ojos claros, y cerca de ella su entrenadora, con la cara arrugada por una profunda sonrisa, su ridículo gorro y su pipa en la comisura de su desdentada boca.

martes, agosto 11, 2009

CAMINO A VILLA FLORES

Un joven caminaba hacia Villa Flores por el campo cuando llegó a una encrucijada de tres caminos sin indicaciones. Miró a los caminos que tenía ante sí, se rascó la cabeza, pensó un rato,...y finalmente se rindió dejándose caer sobre sus posaderas: estaba perdido.

Un carraspeo le hizo girarse. Sentada sobre un pedrusco, había una anciana arrugada como ciruela pasa fumando en pipa. ¿Cómo era posible que no la hubiera visto antes?. Se puso de pie y preguntó:

_Perdone buena señora, ¿para Villa Flores?.

La vieja chupó la pipa de una forma un tanto repelente, al menos para el joven, lanzó un humo espeso..., tosió ruidosamente, escupió y...finalmente habló, con una voz más clara de lo que el joven hubiera esperado:

_Los tres caminos llevan a Villa Flores.

_¿Y cuál es el más rápido?_preguntó el joven.

_El de la derecha, pero es muy peligroso, atraviesa un bosque muy espeso donde es tremendamente fácil perderse.

_¿Y el del centro?.

La anciana volvió a chupar de la pipa, como si necesitara el humo del tabaco para poder hablar.

_Bueno, se llega rápido, hay bonitos paisajes, pero es un camino pedregoso y duro, donde es muy fácil torcerse un tobillo o partirse la crisma.

_Vale, vale, ¿y el de la izquierda?.

La anciana quemó el poco tabaco que quedaba en la pipa hundiendo sus carrillos hasta casi tocarse uno con otro.

_Ese es un camino precioso, muuuuuy largo, pero hermoso; posee muchas curvas, pero si se anda despacio y se disfruta resulta un paseo agradabilísimo.

_Ya, pero mire, es que tengo prisa.

_Bueno, pues toma el de la derecha, sin duda, y suerte.

_Gracias_, respondió el joven, y comenzó a andar.

Al poco rato estaba completamente perdido, la senda había desaparecido y sus piernas estaban completamente arañadas por ramas de arbustos y espinos. Al final encontró una senda, comenzó a andar por ella muy rápido, contento, llegaba a su destino...Unos metros más allá estaba la encrucijada, y la anciana metiendo más tabaco en la pipa.

El joven se acercó a ella y dijo con notable enfado:

_¡Menudos consejos da usted, señora!.

_Ya, claro _respondió la anciana_ y si te recomiendo el camino de en medio y te tuerces un tobillo también vendrás a recriminármelo, ¿no?. Y si te convenzo para que tomes el camino largo seguro que eres capaz de llegar a Villa Flores y, antes de entrar en el pueblo, volver por el camino de piedras para recriminarme lo mucho que has tardado, ¿no?. ¡Anda al carajo!_dijo la vieja escupiendo por el hueco que dejaban sus escasos dientes.

El joven se rascó de nuevo la cabeza, dio un paso en dirección al camino del centro, el pedregoso, pero se detuvo. La vieja sonrió a sus espaldas. El joven tomó el camino largo y comenzó a andar a paso firme.

Un buen rato después llegaba a Villa Flores. En verdad que la vieja tenía razón, había sido un hermoso paseo, cansado, pero con bellos paisajes y muchas cosas para disfrutar, como aquella poza de aguas cristalinas en las que se había dado un refrescante baño. Ahora, un tanto cansado, se dirigió al centro del pueblo para buscar una buena posada. Y junto a la fuente del centro de la plaza mayor, fumando en su pipa y escupiendo, estaba sentada la vieja.

_¿Cómo ha llegado aquí?_ dijo el joven absolutamente sorprendido y un tanto enfadado.

_Pues por dónde va a ser, por el camino del bosque, el más rápido_, respondió la anciana emitiendo una risa estridente.

_Luego me ha vuelto a engañar, ¡maldita vieja!_ replicó enfadado el joven. A lo que ésta respondió:

_¿Seguro?, ¿a caso no estás aquí sano y salvo?, ¿tan mala ha sido la travesía por el camino largo?...

_Ya, pero yo tenía pris....

El joven cerró su boca, y se miró sus piernas arañadas.

_En efecto_, dijo la vieja_, es un camino rápido el del bosque, sí, si lo conoces bien. Pero lo importante es caminar y llegar.

_Vale, entiendo, gracias por la lección. Y ahora, por favor, ¿sería tan amable de indicarme una buena posada para comer y descansar?_ preguntó el joven.

_Sí, claro, hay tres posadas: la primera es muy bonita, pintada de hermosos colores, pero la comida no es que sea muy buena, la segunda...

_¡Ah, no, otra vez no!_, dijo el joven airadamente_, dígame a cuál va a ir usted y en esa me alojo.

_Ven_, respondió la vieja sonriendo_, te invito a comer a casa, y si quieres, tengo una cómoda cama en mi habitación de huéspedes.

JT 2006


miércoles, agosto 05, 2009

Y QUÉ LE VOY A HACER SI EL MUNDO ME HIZO ASÍ... PUES NO!

Creo que pierdo mucho tiempo de mi vida en psicoanalizar mi vida, y tal psicoanálisis incita a cambios, pruebas, pero muchas de ellas con resultados nefastos. Resultado, ni soy como soy ni como pretendo; lo primero porque pretendo, no soy; lo segundo porque no soy lo que pretendo.

Cada uno es como es, y baja las escaleras como quiere
, cantaba Serrat. Pero qué pasa cuando uno baja las escaleras a trote y trompicones y hay otros bajando o subiendo?. Hay que dejar que el que baje escaleras como elefante en cacharrería lo haga de esa manera?. Mi respuesta poco políticamente correcta es un NO radical. ¿Por qué dejar que alguien sea serio cuando todos sabemos lo bueno que es reir?, ¿por qué dejar que alguien tenga mal genio continuado cuando todos sabemos que no es sano, ni para el propio ni para los vecinos?. ¿Por qué no se puede pretender que los demás piensen como uno si uno piensa por los demás?.

LIBERTAD, RESPETO, grandes palabras pero a veces se agitan sus banderas con demasiada y violenta energía. Soy así, y si no te gusta te vas, dicen. ¿Y por qué me tengo que ir, digo, si me puedo quedar y pasarlo bien contigo?.

No creo en encierros en fortalecas de murallas pertrechadas con cañones del 15, y con paso franqueado sólo bajo exhaustivo registro y comprobación de cumplimiento de condiciones; creo en adaptación, creo en encontrarse/nos a mitad de camino. Pero carajo!, uno ya se cansa de caminar buscando los medios caminos, y ya casi que monta su fuerte en ese medio camino, que entonces deja de serlo.

Seguiremos trabajando, pero agradecería un poco de ayuda. Abrid las puertas de vuestras murallas, y, aunque no lleguéis a mitad del camino, al menos esperad en el dintel con los brazos abiertos y llenos de curiosidad, en vez de suspicacia.