jueves, octubre 30, 2008

MUERTE

Con este título tan trágico empiezo. Y es que las horas y los días en los que la concentración y la inspiración (la laboral) brillan por su ausencia, quizá en compensación, la mente vuela. Y uno se hace preguntas, y piensa...

Los indios norteamericanos eran temibles para los soldados de la cabellería porque aquellos no tenían miedo a la muerte. Se levantaban cada mañana, salian del tipi y decían: "Hoy es un gran día para morir". Salvo un indio gracioso que se empeñaba en decir: "pues hoy parece que va a llover", indio conocido con el nombre de Anticiclón Huidizo.

Bromas aparte, a veces me siento como un indio (otras lo hago directamente).
No, no es que me vaya a mejor (o peor) vida pronto (que yo sepa), no es que ande en plan fatalista, ni mucho menos, nada de cortarme las venas. Mi vida es una aventura, y yo su protagonista, y el final tiene que ser de película. Pero a veces me siento como un indio, y me siento preparado para "el triste final" llegue cuando llegue, sin miedo. Será porque no tengo familia propia (salvo la filial, a la que quiero mucho dicho sea de paso), será por lo vivido, será por lo hecho. ¿Que queda por hacer?, siempre; pero uno ha VIVIDO, con mayúsculas y en negrita. Amé, viajé, conocí, CONOCÍ, me equivoqué, me volví a equivocar, rectifiqué, volví a rectificar, bailé, escribí, lloré, abracé, canté (mal), soñé,...
Luego si mañana toca, pues que toque. Aunque, como canta Javier Krahe: sólo espero que la cosa no se acabe con un punto sino con un punto y coma. (de la canción "El cromosoma". No la he encontrado en Youtube, pero está en el disco de La Mandrágora, os recomiendo escucharla).

En Dominicana la gente se escandaliza cuando digo que tras la muerte prefiero ir al infierno (no sé si a estas alturas ya me lo he ganado) que al cielo. Quizá porque el cielo que nos han vendido me resulta un tanto aburrido. Prefiero irme a pelearme con demonios que obnubilarme en la gracia de Dios; pues viendo el cuadro El jardín de las delicias, de El Bosco (ver imagen abajo), la cosa parece divertida:
En cualquier caso, a veces pienso en cómo me gustaría que fuera la despedida. Hay gente que prefiere solemnidad, requiems y regimientos de plañideras, otros ceremonias en la intimidad, otros funerales de estado,... A mi me gustaría esta despedida: pincha aquí

Sería genial poder juntar a toda la gente que pasó por mi vida, o a la gente por cuyas vidas pasé, y que compartieran, y nada de lágrimas. Eso sí, en lugar de coca-cola, que en el evento corran ríos de cerveza y buen vino.

En cualquier caso, hoy es un buen día para morir..., pero mañana será mejor. (Recordadme que esto lo diga también mañana).

Salud!

miércoles, octubre 29, 2008

CRISIS (SEGUIMOS)

Me disculparán el silencio, pero es que tras un viaje (alucinante, añado) ando de cráneo. Dejemos de nuevo que Forges nos ilumine con su genio. Pronto volveremos con más, porque cuando uno viaja regresa impactado, y con ganas de compartir.

Besos

martes, octubre 14, 2008

DÓNDE DIABLOS JUGARÁN

Nunca fui de jugar mucho en la calle, porque tampoco es que tuviera muchos amigos por mi barrio, y mi portal daba a una gran avenida con mucho tráfico, mis padres trabajaban y me pasaba todo el día en el colegio. Sólo frecuentaba a los vecinos de arriba; cogía mi caja de clicks y Airgamboys (éstos eran los malos siempre, por grandes y feos) y me subía a su casa a jugar.


Tampoco es que me hiciera mucha falta la calle, pues entre semana me pasaba entre 10 y 12 horas en un colegio con un patio de 1 kilómetro cuadrado (esa suerte que tuve), con columpios, pistas de futbito, campo de fútbol,…

Aun así, los fines de semana, mi hermano y yo jugábamos al Tour de Francia con nuestras BH subiendo y bajando los montículos de escombros del descampado al oeste de nuestro bloque,…, justo antes de que iniciaran la contrucción de lo que llamé "la gran muralla china", un bloque de ladrillo cara-vista de 15 alturas que cortó para siempre los atardeceres, las vistas de la ciudad, los Castillos de Fallas, la grada oeste iluminada del Mestalla, todo visto desde nuestra habitación del séptimo piso.

Con 6 años bajaba a comprar el pan a las 7:30 de la mañana. Mi hermano, 11 meses mayor, con 5.


Hoy leí esta noticia: Una generación de niños entre cuatro paredes


Y me acordé de lo que ya vengo pensando, y es cierto, ¿dónde están los niños? ¿escondidos? ¿retenidos? ¿secuestrados? ¿por qué nos los comemos cada vez que salen a la calle?.
Cada vez se ven menos niños por las calles, las pelotas ya no vuelan, las BH de paseo ya no circulan, los niños con suerte van en un asiento de plástico naranja o verde detrás del sillín de su padre o de su madre. Muchos crían panza a la par que desarrollan los flexores y extensores del pulgar (que ya hay enfermedades y patologías asociadas al uso y abuso de los videojuegos). Los niños ya no son niños, ya no se entrenan en las calles para ser mayores, pasan de ser niños a come-niños directamente.


Y a los padres un tirón de orejas: cuesta menos (sobre)protegerlos que educarlos, que prepararlos ¿verdad?.

Claro, que uno no es padre (que sepa), y no puedo hablar mucho; pero si alguna vez soy padre lo seré al estilo de la antigua Esparta, mi hijo/a no pasará toda su infancia embobadamente feliz, las pasará canutas, a ratos claro, tampoco es cuestión de martirizar, y tendrá que aprender a resolver situaciones; pero espero que tras “su entrenamiento” sí sea feliz, fiero, valiente, amable, buena persona, buen humano. Porque los porrazos se curan, las lesiones se superan, los traumas también, la idiotez grabada a fuego de entretenimientos (mentales) tecnológicos no.


Mucha gente dice que es que hay mucho pervertido, abusador, delincuente suelto. Mucha gente se olvida fácilmente de sus épocas de niño o adolescente:

-Con 10 años unos tipos nos sacaron unas navajas a mis hermanos mi primo y a mí. Huímos corriendo.

-Con 14 años un tipo dos cabezas más alto que yo me robó 235 pesetas y el reloj (que me había comprado con mis primeros ahorros de la paga semanal). Conseguí esconderle 2000 pesetas que eran de mi madre (volvía de comprar libros de escuela), pero a pesar de la "hazaña" no pude evitar un ataque de nervios y un derrame de lágrimas.

-Con 15 años dos tipos intentaron atracarme. Me resistí, sin violencia, pero con decisión, y no se llevaron nada.

-Con 16 años fue toda una panda de mechudos la que vino a atracarme. Esta vez opté (o mejor dicho, improvisé) por la actuación, me hice el borracho y me dejaron por imposible.

-Con un año y medio me quemé de tercer grado el 30% del cuerpo al tirarme un cazo de agua hirviendo para hacer Malta en la cocina.


Los accidentes, y los incidentes, pasan, en la calle y en casa, si encerramos a los niños en casa les estamos privando de, al menos, la mitad de todo lo que puedan aprender (además de evitar que se curtan al sol, o bajo la lluvia, y luego venga, al médico por culpa de unas decimitas).

Claro, que si tienen que estar en la calle se tienen que crear espacios para ellos. De ahí el artículo, en el que se dice que los niños estorban a las ciudades, y de ahí el título de la entrada, frase de una canción de Maná.



lunes, octubre 13, 2008

CRISIS

Pues resulta que no es tan complicado entender lo de la crisis mundial. Al parecer los de CQC Argentina lo han entendido a la perfección (No os perdáis el enlace, gracias a Ruth). Desde aquí un llamamiento a los de CQC Espain para que pongan también el vídeo (con acento argentino, que suena mejor).

Parece que los ciudadanos de a pie poco podemos hacer..., ¿o no?. Echadle un vistazo a este video de Itermon Oxfam. Es un anuncio que están pasando en televisión aquí en Inglaterra.

Pues lo dicho, menos Samba e mais trabaillar. Y a los especuladores, rezo a buda sagrado, Brahma, Shiba y a la Virgen de la Altagrcia para que se les desplomen los cataplines con tremendo estrépito y se den cuenta de que en 20, 30, 50 años como mucho, acabarán en el mismo sitio en el que acabamos todos, y que todo lo acumulado no les garantiza nada, y que es más importante lo que dejes que lo que te lleves, y que está bien tener y buscarse comodidades, pero no tener más de las que uno necesita, sobre todo cuando hay otros con NECESIDADES.

Porque canta El Barrio:

La vida es un tablero de ajedrez
si tu eres el rey yo prefiero ser peón

con los años se termina la partida
y dormimos los dos en el mismo cajón...

domingo, octubre 05, 2008

INMIGRANTE

Otro de pocas palabras. Mi entrada de hoy se la dejo a Forges (de nuevo), sacado de ElPaís digital de hoy.