Entró María, delantal ceñido, trapo de cocina en mano, frente sudorosa...
_Pero Carlos, ¿no te da vergüenza?, todo el día ahí tirado en el sofá!. ¿Por qué no te levantas y haces algo?.
Carlos la miró, brevemente. Luego sus ojos vidriosos volvieron al partido.
_Carlos! _replicó María en tono más alto _reacciona, que al final no vas a caber en el sofá. Ya no salimos, tu barriga crece y crece, mírate. Siempre mirando la tele, hagan lo que hagan...
_Es la final de
_Me da igual lo que sea _, dijo María_ así no puedes estar, no me prestas atención, no colaboras, sólo ensucias, y lo que es peor, no me haces caso. ¿Cuánto hace que no salimos a cenar fuera?. Eres un...
La mañana siguiente, Don Carlos se despertó, se restregó los ojos, expulsó una sonora ventosidad y llamó a María... No hubo respuesta hablada. La obtuvo al ver los armarios abiertos, los cajones revueltos, el estante de las maletas vacío y de la ropa de María sólo una media tirada por el suelo.
María caminaba apresurada hacia la parada de autobús. Aun le dolía la mejilla, sobre ella llevaba la mano, no por el dolor, para recodar...A veces es mejor no despertar a la bestia.
...
PARA EVINCHI (I)
4 comentarios:
Eso es la valentía total, el no dejar que te den otra ostia...
Muy bien por María, muy bien por Evinchi :)
Besos
Sería mejor que no hubiera capítulo dos...
Gracias mil, aunque esta sí es una historia fuerte, una historia valiente...
Gracias por el guiño subyacente hacia mí, aunque afortunadamente yo no pasé por eso.
Un besazo enorme.
bien por maría
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