A veces las cosas se ven negras, pero no son negras, son nuestros ojos los que las ven así, quizá porque llevemos gafas oscuras puestas y no nos acordemos de cuándo nos las pusimos. Está claro que otros vienen y vendrán con sus puyas, sus inquietudes y sus miedos a intentar jodernos la vida. La cuestión es cómo nos tomamos esas puyas, las aceptamos?, nos importan? nos afectan? cómo?. Y luego, un par de chicuelinas, dos pases de pecho y a seguir adelante.
Ya sé, suena confuso, pero yo me entiendo. Otro día seré más explícito. Por hoy, ahí dejo esto. Buenas noches.
1 comentario:
Pues si, no me he enterado de mucho pero ya me enteraré.
Se viento, my friend, se viento!
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