Será la ocupación, de tareas y de mente, los viajes, la pereza, lo que me hacen visitar este lugar con tan poca frecuencia. Pero ya que es un rincón con 8 años de vida, que tanto aporta, habrá que visitarlo de vez en cuando.
Y hoy con CONTROL. Tanto en las tareas como en la mente, control. Tanto en la euforia como en la tristeza, control. Porque los excesos siempre acarrean daño, y la calma es necesaria, tanto para la obra como para el descanso. Por eso, en la adversidad, nada como un poco de calma, un retiro, un respiro.
Y en la felicidad, alegría, pero también desde la calma, porque se vive más, se saborea más.
Lo mismo en tiempos de transición, en tiempos neutros, en los que ni truena ni brilla el sol... Calma, control.
De momento, esta noche nada más, seguiremos informando. Buenas noches.
viernes, mayo 02, 2014
martes, marzo 18, 2014
PERSONAS
Personas, aquellas que pasan por la vida, aquellas que no podemos dejar pasar, que dejan huella que el tiempo no puede borrar. Aquellas que no se van, aunque nuestra cabeza lo ordene, y nuestro corazón retenga, o viceversa. Aquellas que finalmente se van, o mandamos ir, o nos mandan ir. Personas que se separan, por un viaje en avión, en barco, en coche,..., o interno. Personas que recordamos, que recordaremos, o que olvidaremos (no en mi caso). Personas valientes y cobardes, personas bellas, y bellas personas, personas con peros (todas), pero también con risas. Personas alegres llenas de tristeza, personas tristes llenas de ilusión. En definitiva, PERSONAS.
Ellas contribuyeron a ser quienes somos, quienes seremos, quienes fuimos, ellas sumaron o restaron, a ellas les dejamos sumar o restar, o no les dejamos, pero lo hicieron de todos modos.
Personas que nos amaron.
Personas, las que pasaron, que nunca se olviden, porque volverán a pasar..., o no, eso nadie lo sabe.
Ellas contribuyeron a ser quienes somos, quienes seremos, quienes fuimos, ellas sumaron o restaron, a ellas les dejamos sumar o restar, o no les dejamos, pero lo hicieron de todos modos.
Personas que nos amaron.
Personas, las que pasaron, que nunca se olviden, porque volverán a pasar..., o no, eso nadie lo sabe.
jueves, febrero 20, 2014
CLARIVIDENCIA
Dice la wikipedia que la clarividencia es una hipotética capacidad de percepción extrasensorial que permitiría a algunas personas recibir información de acontecimientos futuros (sin el auxilio de medios técnicos).
Yo prefiero tomar la palabra desde su análisis: clari- (claro) videncia (ver): ver con claridad. Y de eso se trata, no de ver y/o adivinar el futuro. Más bien ver con claridad el presente, desde la objetividad, centrado, desde la calma; captando todos los detalles para poder tomar decisiones sin precipitarse, sin dañar, sin dañarse.
Por experiencia, las bolas de cristal no funcionan, y a veces se vé más con los ojos cerrados que a través de mil pantallas. Ojos cerrados, respiración, calma... y sin prisa pero sin pausa.
De qué sirve mirar al futuro, si el futuro se construye desde el presente, y el futuro que hoy se construye puede cambiar con lo que se construya mañana. Así pues, mejor centrarse en construir el presente.
Por hoy ya está bien de filosofar. Buenas noches.
Yo prefiero tomar la palabra desde su análisis: clari- (claro) videncia (ver): ver con claridad. Y de eso se trata, no de ver y/o adivinar el futuro. Más bien ver con claridad el presente, desde la objetividad, centrado, desde la calma; captando todos los detalles para poder tomar decisiones sin precipitarse, sin dañar, sin dañarse.
Por experiencia, las bolas de cristal no funcionan, y a veces se vé más con los ojos cerrados que a través de mil pantallas. Ojos cerrados, respiración, calma... y sin prisa pero sin pausa.
De qué sirve mirar al futuro, si el futuro se construye desde el presente, y el futuro que hoy se construye puede cambiar con lo que se construya mañana. Así pues, mejor centrarse en construir el presente.
Por hoy ya está bien de filosofar. Buenas noches.
miércoles, enero 22, 2014
PRIORIDADES
Las obligaciones, lo que debemos hacer, lo que tenemos que hacer... palabras que no vendría mal que fueran coronadas por comillas; puesto que deberes y obligaciones no son dogmas de fe ni verdades universales. Lo que "debemos" hacer viene determinado por lo que otros dicen que es nuestra obligación, o lo que nosotros mismos creemos que es preceptivo o mandado, o por lo que el devenir de los tiempos y la sociedad viene imponiendo directa o subjetivamente en nuestras mentes y nuestros ánimos.
Y es que muchas veces decidimos qué hacer, a qué dedicar nuestro tiempo y esfuerzos, en base a lo que otros esperan de nosotros, o en base a lo que nosotros creemos que nos hará prosperar en la sociedad o que nos hará buenos en ojos de los que nos rodean; muchas veces a costa de nuestra salud, nuestro bienestar, nuestra tranquilidad y nuestra felicidad.
No nos engañemos, hay gente que encuentra sentido a su vida en satisfacer esos deberes impuestos por otros o autoimpuestos. Son aquellos cuya felicidad depende de la aprobación de los otros, o aquellos que piensan que su vida tendrá sentido a través del prestigio, el reconocimiento, la fama, el poder, o lo que viene a ser lo mismo, el quedar por encima de los demás (de alguna manera). Pero al final todos acabamos en la misma posición, unos tres metros bajo tierra, o sobre ella si nos meten en un nicho.
Por eso es importante decidir qué hacermos en cada momento de nuestras vidas, no en base a lo que "debemos" hacer, sino en base a qué queremos hacer, qué nos satisface más, qué nos aporta más, qué nos beneficia más; pero, además, ponderándolo en base al esfuerzo y energía que nos cueste hacerlo.
Un guepardo abandonará la carrera para capturar a su presa cuando el conseguirla le suponga gastar más energía que la que la presa le vaya a proporcionar.
Por eso, porque la vida pasa, muy rápido, por la fragilidad de nuestras vidas, y la de nuestros cuerpos, por lo efímero, porque los tiempos no son alegres y la felicidad no abunda, es importante establecer prioridades, relajarse un tanto, y movernos siempre en la dirección que nos aporte mayor bienestar con menor sufrimiento, sin olvidarnos de que alrededor viven otros y que debemos ayudarnos, pero librándonos de los candados y las presiones que otros y la sociedad nos imponen.
Si hay algo que "debemos" es ser felices. Los niños lo tienen claro:
Y es que muchas veces decidimos qué hacer, a qué dedicar nuestro tiempo y esfuerzos, en base a lo que otros esperan de nosotros, o en base a lo que nosotros creemos que nos hará prosperar en la sociedad o que nos hará buenos en ojos de los que nos rodean; muchas veces a costa de nuestra salud, nuestro bienestar, nuestra tranquilidad y nuestra felicidad.
No nos engañemos, hay gente que encuentra sentido a su vida en satisfacer esos deberes impuestos por otros o autoimpuestos. Son aquellos cuya felicidad depende de la aprobación de los otros, o aquellos que piensan que su vida tendrá sentido a través del prestigio, el reconocimiento, la fama, el poder, o lo que viene a ser lo mismo, el quedar por encima de los demás (de alguna manera). Pero al final todos acabamos en la misma posición, unos tres metros bajo tierra, o sobre ella si nos meten en un nicho.
Por eso es importante decidir qué hacermos en cada momento de nuestras vidas, no en base a lo que "debemos" hacer, sino en base a qué queremos hacer, qué nos satisface más, qué nos aporta más, qué nos beneficia más; pero, además, ponderándolo en base al esfuerzo y energía que nos cueste hacerlo.
Un guepardo abandonará la carrera para capturar a su presa cuando el conseguirla le suponga gastar más energía que la que la presa le vaya a proporcionar.
Por eso, porque la vida pasa, muy rápido, por la fragilidad de nuestras vidas, y la de nuestros cuerpos, por lo efímero, porque los tiempos no son alegres y la felicidad no abunda, es importante establecer prioridades, relajarse un tanto, y movernos siempre en la dirección que nos aporte mayor bienestar con menor sufrimiento, sin olvidarnos de que alrededor viven otros y que debemos ayudarnos, pero librándonos de los candados y las presiones que otros y la sociedad nos imponen.
Si hay algo que "debemos" es ser felices. Los niños lo tienen claro:
domingo, enero 12, 2014
IT'S COMPLICATED
Las decisiones de cada día, las de cada semana, las de vida;
los miedos, que se pegan cual lapa, la soledad, la solitud.
Nadie dijo que vivir fuera a ser fácil; pero caramba que la vida dé un "chance", porque al final nos cansamos, y la salud se resiente.
Uno intenta ponerle calma, meditación y cuidado a la vida; pero algo de inspiración divina ayudaría, más que nada para poder disfrutar de una vez por todas. Que los bocaditos de felicidad están bien, pero ya van habiendo ganas de darse un atracón...y de relajar el esfínter también.
Decisiones, miedos, soledad, solitud.
Calma, meditación, cuidado y ojo avizor... but it's complicated.
los miedos, que se pegan cual lapa, la soledad, la solitud.
Nadie dijo que vivir fuera a ser fácil; pero caramba que la vida dé un "chance", porque al final nos cansamos, y la salud se resiente.
Uno intenta ponerle calma, meditación y cuidado a la vida; pero algo de inspiración divina ayudaría, más que nada para poder disfrutar de una vez por todas. Que los bocaditos de felicidad están bien, pero ya van habiendo ganas de darse un atracón...y de relajar el esfínter también.
Decisiones, miedos, soledad, solitud.
Calma, meditación, cuidado y ojo avizor... but it's complicated.
domingo, enero 05, 2014
DESHACER EL MUNDO
Dando vida al 2014 desde este lugar.
Vamos un poco con el medio ambiente.
Y sí, ya sé que lo que dice quien habla desde la abundancia nos suele rechinar, lo pasamos por veinte filtros y acabamos desprestigiando las palabras y deslegitimizando al interlocutor, quizá por nuestros propios celos, recelos o envidias. Pero también es cierto que hay cosas que si las dijera Paco el quiosquero no llegarían a donde tienen que llegar.
Por eso copio aquí una respuesta de un famoso a una pregunta en una entrevista que acabo de leer en un semanario:
"Me resulta inconcebible, por ejemplo, que, ahora que toda la comunidad científica ha llegado al acuerdo de que el hombre es el causante del cambio climático y se da tan por hecho como la ley de la gravedad, todavía exista un debate al respecto. Es necesario cambiar un sistema energético basado en los hidrocarburos y los combustibles fósiles. Si no somos capaces de hacer esa transición, estaremos destruyendo nuestra propia civilización. Y, aun así, continuamos en este inevitable camino de caos y destrucción... Lo más sangrante de todo es que ya existe la tecnología, pero no se está implementando al nivel que se debería. Es una locura que no seamos capaces de ponernos de acuerdo para solucionarlo".
Suscribo las palabras de Don Leonardo. Si no empezamos a deshacer el mundo tal y como lo hemos montado, el mundo acabará deshecho, destruido, y con él nuestra civilización. Claro, eso no va a pasar mañana, y bastante tenmos con arreglar nuestras vidas. Pero cada uno, desde la humildad de las hormiguitas que somos, puede ir poniendo granitos de arena en la dirección adecuada; que como dice Leonardo es la de cambiar el sistema (según consenso de toda la comunidad científica).
Para construir hay que destruir, cambiar, renovar. A deshacer el mundo! para hacerlo de nuevo.
Vamos un poco con el medio ambiente.
Y sí, ya sé que lo que dice quien habla desde la abundancia nos suele rechinar, lo pasamos por veinte filtros y acabamos desprestigiando las palabras y deslegitimizando al interlocutor, quizá por nuestros propios celos, recelos o envidias. Pero también es cierto que hay cosas que si las dijera Paco el quiosquero no llegarían a donde tienen que llegar.
Por eso copio aquí una respuesta de un famoso a una pregunta en una entrevista que acabo de leer en un semanario:
"Me resulta inconcebible, por ejemplo, que, ahora que toda la comunidad científica ha llegado al acuerdo de que el hombre es el causante del cambio climático y se da tan por hecho como la ley de la gravedad, todavía exista un debate al respecto. Es necesario cambiar un sistema energético basado en los hidrocarburos y los combustibles fósiles. Si no somos capaces de hacer esa transición, estaremos destruyendo nuestra propia civilización. Y, aun así, continuamos en este inevitable camino de caos y destrucción... Lo más sangrante de todo es que ya existe la tecnología, pero no se está implementando al nivel que se debería. Es una locura que no seamos capaces de ponernos de acuerdo para solucionarlo".
Suscribo las palabras de Don Leonardo. Si no empezamos a deshacer el mundo tal y como lo hemos montado, el mundo acabará deshecho, destruido, y con él nuestra civilización. Claro, eso no va a pasar mañana, y bastante tenmos con arreglar nuestras vidas. Pero cada uno, desde la humildad de las hormiguitas que somos, puede ir poniendo granitos de arena en la dirección adecuada; que como dice Leonardo es la de cambiar el sistema (según consenso de toda la comunidad científica).
Para construir hay que destruir, cambiar, renovar. A deshacer el mundo! para hacerlo de nuevo.
CARAS TRISTES
Tras una terapia de sanación, ayer me dediqué a caminar las calles disfrutando, por primera vez en muchos años, de un día de compras. Con el pecho henchido, caminé por todo el centro de mi ciudad, mirando, comprando lo que me apetecía, hablando con quien se me cruzaba o me atendía, parándome a tomar lo que me apetecía cuando me apetecía, sin prisa, sonriendo.
Pero lo que me chocó fue ver las caras de la mayoría de la gente. Salvo una camarera que me devolvió una sonrisa, una dependienta muy amable y una mujer que caminaba por la calle con una sonrisa en los labios, la mayoría eran todo caras tristes.
¿Y es esta la forma de empezar un año nuevo?. Caras tristes, por trabajar en estos días, por no trabajar, por "tener" que comprar sin querer, por no tener qué comprar, por no tener con qué comprar, porque nuestra vida es un asco... por todo ello, o por lo que quiera que sea, las calles se llenan de caras tristes, día tras día. Se ve, se respira, se palpa la tristeza.
Tras un verano de aprendizaje escribí una entrada titulada SONRISA. La entrada terminaba con la siguiente frase: "da igual lo que te traiga la vida hoy, vívela como si fuera a ser el último día...y siempre con una SONRISA".
Sé que es difícil consolar al herido, como decía mi abuela, cada uno se siente lo suyo. Pero valga esta entrada como inyección de optimismo que arranque una sonrisa a toda aquella cara triste que pase por aquí.
Pero lo que me chocó fue ver las caras de la mayoría de la gente. Salvo una camarera que me devolvió una sonrisa, una dependienta muy amable y una mujer que caminaba por la calle con una sonrisa en los labios, la mayoría eran todo caras tristes.
¿Y es esta la forma de empezar un año nuevo?. Caras tristes, por trabajar en estos días, por no trabajar, por "tener" que comprar sin querer, por no tener qué comprar, por no tener con qué comprar, porque nuestra vida es un asco... por todo ello, o por lo que quiera que sea, las calles se llenan de caras tristes, día tras día. Se ve, se respira, se palpa la tristeza.
Tras un verano de aprendizaje escribí una entrada titulada SONRISA. La entrada terminaba con la siguiente frase: "da igual lo que te traiga la vida hoy, vívela como si fuera a ser el último día...y siempre con una SONRISA".
Sé que es difícil consolar al herido, como decía mi abuela, cada uno se siente lo suyo. Pero valga esta entrada como inyección de optimismo que arranque una sonrisa a toda aquella cara triste que pase por aquí.
martes, diciembre 31, 2013
2014
Respecto a mi entrada anterior, hacer balance es bueno, porque se aprende de los errores cometidos, se reflexiona sobre lo que fue, lo que se hizo, las consecuencias que tuvo, se recapitula lo aprendido. Pero desde luego, lo último es anclarse en el pasado (aunque reciente).
De cara a 2014, como hoy me dijo una amiga vía mensaje: Nuevas aventuras!!!. Y para ello, nuevas actitudes (ver vídeo abajo), y sin más, Feliz 2014!!, y siempre con música.
De cara a 2014, como hoy me dijo una amiga vía mensaje: Nuevas aventuras!!!. Y para ello, nuevas actitudes (ver vídeo abajo), y sin más, Feliz 2014!!, y siempre con música.
domingo, diciembre 22, 2013
2013 BLUFF
Llevo unos días pensando en escribir algo por aquí, porque hay necesidad, pero no sabía muy bien sobre qué: si sobre las barbaridades que está haciendo el (des)gobierno de mi país, o sobre mis vicisitudes e inquietudes. De lo primero mejor que escriban otros, que mejor lo harán, y yo no quiero acumular mal humor. De lo segundo no sé muy bien qué decir, ni por dónde empezar. Así que una recapitulación del año vivido podría ser un buen punto de partida. Y el título de la entrada ya dará pistas de por dónde ha ido éste mi 2013.
Empezó con buenas intenciones, con buenas promesas, con excelentes perspectivas... que no duraron ni cinco días. Se volvió a intentar; nadie me puede acusar de no haber apretado las nalgas, de no haber sorteado contrariedades, de no coger el timón, o los mandos, para cambiar el rumbo y superar las tormentas. Pero es que, precisamente, ha sido un año de muchas tormentas, y no precisamente meteorológicas. Tras un febrero triste llegó un marzo espléndido, divertido, tranquilo, ilusionante..., que desembocó en un abril más triste y un mayo caótico. Y desde ahí, la montaña rusa, la bajada a los infiernos, el ascenso a los cielos (en agosto) y de nuevo vuelta a la montaña rusa, terminando en un noviembre en el que el sopapo que me ha dado el año ha sido de impresión. Y el año termina como empezó, con ilusión, con esperanza, ¿con ánimo? con tristeza; pero más sabio, con más herramientas. Y es que parece que de eso se trata la vida, ¿no?, de aprendizaje... El problema es que uno ya está cansado, cansado de coger el timón con fuerza para atravesar tormentas. En 2014 lo que haré será dar timonazos cuando se acerquen las nubes, evitar las tormentas, y tratar de navegar por aguas más tranquilas. Obligación tengo para ello.
Empezó con buenas intenciones, con buenas promesas, con excelentes perspectivas... que no duraron ni cinco días. Se volvió a intentar; nadie me puede acusar de no haber apretado las nalgas, de no haber sorteado contrariedades, de no coger el timón, o los mandos, para cambiar el rumbo y superar las tormentas. Pero es que, precisamente, ha sido un año de muchas tormentas, y no precisamente meteorológicas. Tras un febrero triste llegó un marzo espléndido, divertido, tranquilo, ilusionante..., que desembocó en un abril más triste y un mayo caótico. Y desde ahí, la montaña rusa, la bajada a los infiernos, el ascenso a los cielos (en agosto) y de nuevo vuelta a la montaña rusa, terminando en un noviembre en el que el sopapo que me ha dado el año ha sido de impresión. Y el año termina como empezó, con ilusión, con esperanza, ¿con ánimo? con tristeza; pero más sabio, con más herramientas. Y es que parece que de eso se trata la vida, ¿no?, de aprendizaje... El problema es que uno ya está cansado, cansado de coger el timón con fuerza para atravesar tormentas. En 2014 lo que haré será dar timonazos cuando se acerquen las nubes, evitar las tormentas, y tratar de navegar por aguas más tranquilas. Obligación tengo para ello.
martes, diciembre 03, 2013
EMPLEO
Últimamente me he centrado mucho en mí mismos (en la vertiente del desahogo y la autoreflexión, término éste último recién acuñado). Pero ya va siendo hora de que hablemos un poco de, y pensemos un poco en, las tomaduras de pelo a las que unos pocos nos están sometiendo. Que si hoy baja el paro... pero se destruye empleo, empleo de calidad... ¿Y qué es empleo de calidad? ¿donde se gana mucho?, no, empleo que da satisfacción, empleo que inspira, que contribuye y que no tortura al empleado. ¿Realmente alguien hace caso cuando sale uno de los impresentables políticos que nos (des)gobiernan? ¿realmente alguien cree en lo que dicen?. Yo es que ya ni les escucho. Hace tiempo que perdieron el norte, la percepción de LA realidad del mundo y de las personas (porque SU realidad esa sí la tienen clara, pero muy clara). El caso es que los "poderes fácticos", quienes quiera que sean, están haciendo que el mundo cambie, que las personas cambien, que los valores cambien, que cada vez nos conformemos con menos (menos calidad de vida, que se traduce en menos felicidad, porque no hablo de dinero) y que además tengamos que ir dando las gracias por las miguitas que nos dan, o nos dejan, o que podamos ir recogiendo por ahí. Da gracias porque tienes trabajo, dicen por ahí, aunque el trabajo sea una porquería.
Para muestra el siguiente vídeo, y un consejo: NO TE CONFORMES.
(Impactante, especialmente al final)
Para muestra el siguiente vídeo, y un consejo: NO TE CONFORMES.
(Impactante, especialmente al final)
sábado, noviembre 16, 2013
ESTACIONES
Hace un tiempo los escritores hablaban de la primavera, del verano, del otoño, del invierno, los pintores las pintaban, Vivaldi les componía música dedicada, la gente las añoraba.
De un tiempo a esta parte, quizá por la acción del hombre, quizá por el devenir de los tiempos, por estas tierras dos de ellas han desaparecido, y pasamos del verano al invierno, y de éste de vuelta al primero. Pasamos de la manga corta al sweter de lana, del sol radiante a los cielos grises, de la alegría a la tristeza, de forma abrupta, sin tiempo ni preparación para adapatarnos al cambio... la Montaña Rusa.
Y es que, así como el cuerpo necesita de primaveras y otoños, la mente necesita de épocas de transición de alegría mesurada, de preocupaciones aliviadas, de entrenamiento, tanto para gestionar la felicidad en tiempos de abundancia como para domar a los monstruos en épocas de crisis.
Porque vivir se puede en la montaña rusa, si uno es fuerte y valeroso, voluntarioso y dedicado, ilusionado; pero más antes que después el alma se agota y el cuerpo se consume.
Por eso, si las estaciones de tránsito desaparecen hay que buscarlas, si llegan hay que reconocerlas y vivirlas, porque son buenas, porque nutren, porque entrenan y preparan, para lo bueno y para lo malo. Así que PACIENCIA.
Todo pasa, todo llega.
De un tiempo a esta parte, quizá por la acción del hombre, quizá por el devenir de los tiempos, por estas tierras dos de ellas han desaparecido, y pasamos del verano al invierno, y de éste de vuelta al primero. Pasamos de la manga corta al sweter de lana, del sol radiante a los cielos grises, de la alegría a la tristeza, de forma abrupta, sin tiempo ni preparación para adapatarnos al cambio... la Montaña Rusa.
Y es que, así como el cuerpo necesita de primaveras y otoños, la mente necesita de épocas de transición de alegría mesurada, de preocupaciones aliviadas, de entrenamiento, tanto para gestionar la felicidad en tiempos de abundancia como para domar a los monstruos en épocas de crisis.
Porque vivir se puede en la montaña rusa, si uno es fuerte y valeroso, voluntarioso y dedicado, ilusionado; pero más antes que después el alma se agota y el cuerpo se consume.
Por eso, si las estaciones de tránsito desaparecen hay que buscarlas, si llegan hay que reconocerlas y vivirlas, porque son buenas, porque nutren, porque entrenan y preparan, para lo bueno y para lo malo. Así que PACIENCIA.
Todo pasa, todo llega.
viernes, noviembre 08, 2013
RECAPITULACIÓN
Dragones, monstruos, princesas, montañas rusas, caracoles muertos, escarabajos salvados, enchufes, apagones, boxeadores boxeados...
Idas, venidas,
subidas, bajadas,
nervios, calmas,
viajes, reposo,
deporte, pereza,
valentía, indecisión,
vida, no vida,
Demasiada agitación, demasiada entropía, demasiadas decisiones que tomar, demasiadas indecisiones.
Cansancio, sensibilidad.
Quizá lo mejor es no pararse a pensar, no recapitular, simplemente continuar hacia adelante, mirar atrás solo para no caer en los mismos errores ni tropezar con las mismas piedras (más de dos veces). Quizá sea lo mejor; pero para eso uno necesita la máquina engrasada, y cuando ésta falla cuesta más. Pero mientras funcione, para atrás ni para coger impulso.
El problema es que tanto esfuerzo cansa, agota, y genera sensibilidad que afecta al ánimo, que, dañado, a su vez afecta a la marcha. Afortunadamente uno tiene las herramientas para reparar el ánimo, ya que no las tiene para reparar la máquina. Hay que seguir empujando, al fin y al cabo ningún puñetazo es tan grave salvo el final.
Pero caramba!, que uno ya va teniendo ganas de que le toque la lotería, esa que no te compra chalets ni te paga viajes, pero que te descansa el alma.
Ajetreo, descanso...descanso...Descansa!.
Idas, venidas,
subidas, bajadas,
nervios, calmas,
viajes, reposo,
deporte, pereza,
valentía, indecisión,
vida, no vida,
Demasiada agitación, demasiada entropía, demasiadas decisiones que tomar, demasiadas indecisiones.
Cansancio, sensibilidad.
Quizá lo mejor es no pararse a pensar, no recapitular, simplemente continuar hacia adelante, mirar atrás solo para no caer en los mismos errores ni tropezar con las mismas piedras (más de dos veces). Quizá sea lo mejor; pero para eso uno necesita la máquina engrasada, y cuando ésta falla cuesta más. Pero mientras funcione, para atrás ni para coger impulso.
El problema es que tanto esfuerzo cansa, agota, y genera sensibilidad que afecta al ánimo, que, dañado, a su vez afecta a la marcha. Afortunadamente uno tiene las herramientas para reparar el ánimo, ya que no las tiene para reparar la máquina. Hay que seguir empujando, al fin y al cabo ningún puñetazo es tan grave salvo el final.
Pero caramba!, que uno ya va teniendo ganas de que le toque la lotería, esa que no te compra chalets ni te paga viajes, pero que te descansa el alma.
Ajetreo, descanso...descanso...Descansa!.
viernes, noviembre 01, 2013
STAND-BY
... but enjoying.
Hay momentos en la vida en los que, simplemente, no pasa nada. Días, meses, semanas, horas, en los que uno espera, y a veces se desespera, mientras nada digamos "espectacular" pasa. Momentos en los que uno puede llegaba a desear hasta que vengan los problemas, simplemente para romper la rutina.
Pero uno aprende que "standing-by" (modo en espera) no es malo si uno aprende a disfrutar de la espera, si uno contradice el refrán y no desespera con la espera. Hace poco alguien se sorprendió mucho cuando dije que en las citas solía esperar 45 minutos antes de empezar a preocuparme sobre si algo había pasado a con quien hubiera quedado. En estos tiempos de grillos ('smart'phones) nadie espera ni cinco minutos, porque nadie ha aprendido a disfrutar de la espera y de la alegría del encuentro, del evento, cuando llega, cuando sudece, tras una larga espera. Hoy en día, el que NO espera desespera.
Porque la espera te da tiempo, TE DA TIEMPO, para conocer gente estupenda, para hacer cosas que nunca hiciste, para pensar, para pensarte, para escribir esta entrada del blog, por ejemplo. La espera te enseña, te calma si la calmas, te ilumina. En la espera uno se conoce, más, se reconoce, se sana, se cuida, se mima.
Así que aquí estamos, esperando a que algo pase, pero atento y en movimiento, standing-by...but/and enjoying.
Hay momentos en la vida en los que, simplemente, no pasa nada. Días, meses, semanas, horas, en los que uno espera, y a veces se desespera, mientras nada digamos "espectacular" pasa. Momentos en los que uno puede llegaba a desear hasta que vengan los problemas, simplemente para romper la rutina.
Pero uno aprende que "standing-by" (modo en espera) no es malo si uno aprende a disfrutar de la espera, si uno contradice el refrán y no desespera con la espera. Hace poco alguien se sorprendió mucho cuando dije que en las citas solía esperar 45 minutos antes de empezar a preocuparme sobre si algo había pasado a con quien hubiera quedado. En estos tiempos de grillos ('smart'phones) nadie espera ni cinco minutos, porque nadie ha aprendido a disfrutar de la espera y de la alegría del encuentro, del evento, cuando llega, cuando sudece, tras una larga espera. Hoy en día, el que NO espera desespera.
Porque la espera te da tiempo, TE DA TIEMPO, para conocer gente estupenda, para hacer cosas que nunca hiciste, para pensar, para pensarte, para escribir esta entrada del blog, por ejemplo. La espera te enseña, te calma si la calmas, te ilumina. En la espera uno se conoce, más, se reconoce, se sana, se cuida, se mima.
Así que aquí estamos, esperando a que algo pase, pero atento y en movimiento, standing-by...but/and enjoying.
jueves, octubre 24, 2013
HUELGA!!!
Sí, hoy toca huelga, y yo en el trabajo, pero tengo excusa, de hecho varias, para justificar mi "falta" de "solidaridad" con mis "compañeros". La primera de las excusas es que, en los momentos en los que estoy, no quiero ni puedo alterar mi vida por esta protesta. No es que no esté de acuerdo con la protesta, que sí, de eso hablaré luego; es que últimanete tengo otras prioridades, físicas y mentales, que pasan, entre otras cosas, por evitarme problemas, dificultades (no más que las necesarias) y, especialmente, complicaciones. Miré pon encima la posibilidad de cambiar mis actividades de hoy y, como la cosa se planteaba difícil, rápidamente descarté la opción.
La segunda de las excusas es la tarea que estoy haciendo hoy: la burocracia necesaria para contratar a una persona válida. Que en los tiempos en los que estamos, contratar, o hacer gestiones para ello, debería ser premiado con una medalla, o al menos con una muñeca chochona o un jamón de bellota, pata negra, oiga usted!.
Pero vayamos con la protesta. Y no es que uno no piense que es la peor ley de educación en los últimos 50 años, que probablemente lo sea. Es que, como se viene comentando, cada cuatro años (como mucho) hay que cambiar la ley y su consecuente burrocracia. Al final los colegios no saben qué impartir, los estudiantes no saben qué estudiar, los chicos pasan a lo largo de su vida escolar (10 años: de 7 a 17 años) por, como mínimo, tres sistemas educativos diferentes (divídase 10 entre 4). Cambia la cuerda gobernante y cambia el ideario, y hay que plasmaslo en una ley que TODOS cumplan, y a golpe de imposición por obra y gracia de la mayoría absoluta. Y además, el gasto asociado, de tiempo, de personal y de dinero, que sobreviene a cada cambio. Pensemos símplemente en los cambios en los libros de texto, que hay que comprar de nuevo cada año, ya no valen los del hermano mayor (¿negocio con editoriales?), pensemos en la redacción de BOEs, Documentos oficales de Comunidades Autónomasd, etc..., pensemos en modificaciones de programas y estructurales en los centros, pensemos en tantos y tantos cambios y el coste que suponen, principalmente el coste humano y personal de los profesionales del ramo; porque en tiempos de crisis hay que cambiar el ideario, sí, pero a coste cero, y que se las apañen los centros y las instituciones... y su personal, las personas... Pensemos en las insultantes palabras vomitadas sin tapujos por los políticos: eficiencia, calidad, competitividad,..., como si en vez de muechachos estuviéramos hablando del último modelo cuopé de una marca de coche.
Y digo yo, ¿no sería mejor dar libertad de ideas, proveer de medios suficientes para que los centros las desarroyaran, y que fueran los padres quienes decidieran el ámbito en el que quieren educar a sus hijos?. ¡Ah!, no, que las sociedades diversas son más difíciles de controlar...
Dice el dicho: en la diversidad está la virtud.
Dice el dicho: de donde no hay no se puede sacar (ni que lo pintes)
Dice el dicho: cada país tiene los políticos que se merece.
Entiendo que se hable de convicciones, pero especialmente en tiempos de crisis, quien debe imperar es el SENTIDO COMÚN.
La segunda de las excusas es la tarea que estoy haciendo hoy: la burocracia necesaria para contratar a una persona válida. Que en los tiempos en los que estamos, contratar, o hacer gestiones para ello, debería ser premiado con una medalla, o al menos con una muñeca chochona o un jamón de bellota, pata negra, oiga usted!.
Pero vayamos con la protesta. Y no es que uno no piense que es la peor ley de educación en los últimos 50 años, que probablemente lo sea. Es que, como se viene comentando, cada cuatro años (como mucho) hay que cambiar la ley y su consecuente burrocracia. Al final los colegios no saben qué impartir, los estudiantes no saben qué estudiar, los chicos pasan a lo largo de su vida escolar (10 años: de 7 a 17 años) por, como mínimo, tres sistemas educativos diferentes (divídase 10 entre 4). Cambia la cuerda gobernante y cambia el ideario, y hay que plasmaslo en una ley que TODOS cumplan, y a golpe de imposición por obra y gracia de la mayoría absoluta. Y además, el gasto asociado, de tiempo, de personal y de dinero, que sobreviene a cada cambio. Pensemos símplemente en los cambios en los libros de texto, que hay que comprar de nuevo cada año, ya no valen los del hermano mayor (¿negocio con editoriales?), pensemos en la redacción de BOEs, Documentos oficales de Comunidades Autónomasd, etc..., pensemos en modificaciones de programas y estructurales en los centros, pensemos en tantos y tantos cambios y el coste que suponen, principalmente el coste humano y personal de los profesionales del ramo; porque en tiempos de crisis hay que cambiar el ideario, sí, pero a coste cero, y que se las apañen los centros y las instituciones... y su personal, las personas... Pensemos en las insultantes palabras vomitadas sin tapujos por los políticos: eficiencia, calidad, competitividad,..., como si en vez de muechachos estuviéramos hablando del último modelo cuopé de una marca de coche.
Y digo yo, ¿no sería mejor dar libertad de ideas, proveer de medios suficientes para que los centros las desarroyaran, y que fueran los padres quienes decidieran el ámbito en el que quieren educar a sus hijos?. ¡Ah!, no, que las sociedades diversas son más difíciles de controlar...
Dice el dicho: en la diversidad está la virtud.
Dice el dicho: de donde no hay no se puede sacar (ni que lo pintes)
Dice el dicho: cada país tiene los políticos que se merece.
Entiendo que se hable de convicciones, pero especialmente en tiempos de crisis, quien debe imperar es el SENTIDO COMÚN.
lunes, octubre 21, 2013
MOMENTOS DIFÍCILES
(Para todos los que estéis pasando momentos difíciles)
No me vengas con otro cuentito de los tuyos, dijo la joven, nada me va a consolar, son muchos los infortunios, los problemas me llueven, las desgracias, no me vengas con que tengo que ser positiva, no me vengas con que tengo que ignorar mis males, no quiero oir nada de caminos, de animales ni de niñas salvadoras del mundo, no quiero abrazar monstruos, solo quiero que se vayan, y que venga la fortuna... de una vez por todas..., y sí, quiero llorar!!!.
La vieja expulsó el humo por su desdentada boca, sacudió el tabaco de la pipa para apagarla sobre un ladrillo, la guardó en el bolsillo de su delantal y se acercó a la joven. No dijo nada, solo la abrazó con inusitada fuerza, inspirando cuando lo hacía, y apretando fuerte con sus manos en la espalda de ella. La joven comenzó a llorar... pero sintiéndose un poco mejor.
No me vengas con otro cuentito de los tuyos, dijo la joven, nada me va a consolar, son muchos los infortunios, los problemas me llueven, las desgracias, no me vengas con que tengo que ser positiva, no me vengas con que tengo que ignorar mis males, no quiero oir nada de caminos, de animales ni de niñas salvadoras del mundo, no quiero abrazar monstruos, solo quiero que se vayan, y que venga la fortuna... de una vez por todas..., y sí, quiero llorar!!!.
La vieja expulsó el humo por su desdentada boca, sacudió el tabaco de la pipa para apagarla sobre un ladrillo, la guardó en el bolsillo de su delantal y se acercó a la joven. No dijo nada, solo la abrazó con inusitada fuerza, inspirando cuando lo hacía, y apretando fuerte con sus manos en la espalda de ella. La joven comenzó a llorar... pero sintiéndose un poco mejor.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)